Participan en ella numerosos expositores ganaderos (la principal actividad del municipio), agricultores, industriales y artesanales.
En Tizimín (del maya: Lugar del tapir), los frailes franciscanos construyeron, entre los siglos XVI y XVII (1563 - 1666), un convento cuya parroquia se denominó de los Santos Reyes, haciendo que estos, los Reyes Magos (que no son santos para la iglesia católica) fueran los patrones del templo y de la localidad.
[1] Por los escritos del fraile Andrés Avendaño y Loyola se sabe que había desde tiempos precolombinos peregrinaciones anuales de la población maya a esta localidad para rendir culto a tres deidades vitales y que eran Yum Chaak (deidad de la lluvia), Yum K'aax (deidad de los bosques y de la agricultura) y Yum Ik (deidad del viento), a las que se tributaba en un montículo donde, ya en tiempos coloniales, se erigió la parroquia arriba citada.
[5] Posteriormente los frailes católicos sustituyeron a las tres deidades mayas por los tres reyes magos, explicando a los indígenas mayas que, tras haber sufrido una transmutación, se trataba de las mismas deidades con nombres diferentes.
La fiesta fue ganando tradición conforme transcurrió el tiempo, siempre mezclado el aspecto religioso.