Estos bailes se realizan ante la iglesia y en otros lugares del pueblo.
Los danzantes intervienen en la fiesta activamente, ayudando en la Misa, y acompañando al sacerdote cuando se traslada en procesión hasta la plaza.
Antiguamente, ellos interpretaban también una especie de "auto" o comedia humanística, de raíz pastoril, así como recitaban una loa en honor del Santo Niño.
Acompaña a los danznates una botarga, figura revestida de traje multicolor, con careta o sin ella, y sonajas colgando que hace de acompañamiento y asusta a los niños.
La dedicación de los vecinos a la trashumancia originó el cambio, puesto que éstos marchaban con sus rebaños a pasar el invierno en tierras extremeñas, quedando el pueblo sin hombres que pudieran protagonizar la fiesta.