FileMaker nació como una aplicación de MS-DOS que luego evolucionaría a un entorno puramente Mac.
FileMaker comenzó como un producto basado en DOS llamado Nutshell, desarrollado por Nashoba Systems de Concord, Massachusetts, entre 1982 y 1983.
[1] Nutshell era distribuido por Leading Edge, una compañía de electrónica que justo empezaba a vender ordenadores y programas compatibles con PC.
Nahoba encontró a un distribuidor, Forethought Inc., y lo introdujeron al mercado de Mac como FileMaker.
Las extensiones de archivo son las siguientes: Las aplicaciones que no requieren FileMaker Pro (runtime, kiosk mode...) son específicas para el sistema operativo en el cual se compilan.