En cualquier caso, y aunque el fill supone una pequeña ruptura en la secuencia del tema, el tempo no debe cambiar.
Un aspecto importante es que la continuidad de la música no puede sacrificarse a la técnica del fill.
[2] En algunos estilos como el jazz, los músicos tienen libertad para improvisar distintos fills cada vez que tocan una misma pieza.
[3] Tienen un carácter diferenciado de los breaks, que son también pasajes cortos intercalados entre dos secciones de una canción aunque, a diferencia de los fills (relativamente no intrusivos) producen una ruptura en la secuencia del tema y tienen un marcado carácter solista, es decir, focalizan la atención sobre ellos y la técnica instrumental del músico.
Los pasajes "fill" también son diferentes de los denominados pasajes "lead", en los que la parte cantada se interrumpe para que un instrumento sustituya a la voz en el desarrollo de la melodía, con más o menos variaciones.