El episodio de 47 minutos, fue escrito por Crystal Liu, y dirigido por John J.
Revelan lo que pasó en 1989: para evitar más muertes, Trevor bloquea el tráfico a la entrada del Campamento Redwood.
El fantasma de Trevor entonces ataca a Bruce y lo echa del terreno para que muera.
Los consejeros muertos determinan que la única manera de detener a Ramírez es matarlo una y otra vez, lo cual hacen durante treinta años.
Elogió al director del episodio, comentando que «John J. Gray se divierte un poco con los fantasmas esta semana, haciendo que entren y salgan de las escenas, y que aparezcan en medio de las escenas justo fuera de la pantalla, y haciendo que se muevan entre Bobby y el daño mientras persiguen a un Ramírez fugitivo», pero también la actuación de Wittrock cuando escribió «Crédito a Finn Wittrock, a quien no se le ha dado mucho que hacer en el episodio, pero cuando se le llama para las escenas de padre e hijo, es muy conmovedor, y sus relaciones se sienten honestas con los bienintencionados fantasmas».
Rosenfield disfrutó mucho del episodio, y de la temporada en general, comentando que «Ha sido una larga, extraña y excepcionalmente apuñalada cabalgata en esta temporada de American Horror Story, pero todo termina aquí».