Los Knicks alcanzaban su segunda final, repitiéndose la de 1970, en la que se hicieron con el campeonato en el séptimo partido.
El alero de los Knicks, Dave DeBusschere, se lesionó en el costado, no jugando en toda la segunda mitad.
Sin nadie que lo sujetase, Happy Hairston anotó 12 puntos en ese periodo, y los Lakers consiguieron igualar la serie con una cómoda victoria por 106-92.
Éste llegó a la prórroga, pero al final del tiempo regular, Chamberlain había cometido su quinta falta personal.
en 13 temporadas en la NBA nunca había sido eliminado por faltas, una estadística de la que se sentía orgulloso.
Los periodistas presentes en el partido especularon con la posibilidad de que saltara al tiempo extra jugando con prudencia para no cometer la sexta personal.