[5] Las fintas sólo son efectivas si logran engañar al oponente y, para ello, deben ser convincentes e inesperadas.
Este tipo de maniobra táctica se perfecciona mediante el entrenamiento y la práctica.
Consciente de esta comprensión, el esgrimista debe intentar manipular las reacciones del adversario, del modo que le resulte más ventajoso, simulando a veces ataques, contraataques, paradas y retiradas simuladas.
En cuanto baja la guardia, el atacante le asesta un segundo golpe, esta vez real.
[25][26] Ejemplos de fintas: [27] La finta puede utilizarse para inculcar en el oponente un efecto desmoralizador o aterrador, ya que hace que la pelea sea impredecible para el oponente, que ya no es capaz de distinguir los golpes reales de los golpes simulados y, por lo tanto, ya no tiene la voluntad necesaria para hacerlo.
A este estilo de pugilismo y a los boxeadores se les suele denominar «oportunistas», precisamente porque su forma de pelear se enfoca en buscar las mejores oportunidades para asestar golpes.
[32] Es esencial que las fintas sean rápidas y convincentes, sin embargo, si son demasiado rápidas y no dan al oponente la oportunidad de reaccionar, naturalmente fallarán, porque no hay ninguna apertura en la postura defensiva del oponente que pueda ser explotada.
[33] En el fútbol, las fintas tienen como objetivo desestabilizar al adversario, obligándole a cometer errores técnicos que le hagan fracasar en sus intentos de hacerse con la posesión del balón.
[7] Como en otros deportes, las fintas en el fútbol se basan en la mecánica clásica de hacer entender al oponente que se pretende realizar un determinado acto, ya sea dirigirse en una dirección, disparar, realizar un pase, etc. , para obligarte a reaccionar de cierta manera y luego, de repente, hacer algo inesperado y diferente a lo que esperabas.
[2][34] Ejemplos de fintas, cuyo objetivo es engañar al oponente sobre la dirección que pretende tomar, incluyen:[35][36][37][38][39] Las circunstancias más propensas a las fintas suelen ser las ofensivas, especialmente cuando el jugador está perfectamente posicionado para poder disparar, pero opta por fingir un tiro, delante del defensor, que avanza hacia él, para hacerlo retroceder del terreno.
[5] De esta manera, el jugador puede esquivar al defensor y rematar desde más cerca.
[41] Este tipo de finta tiene el efecto de llevar a los defensores a rodear al supuesto receptor del pase falso, aliviando la finta, quien tiene un camino libre para avanzar en el campo.