[1] El hermano Florentín era un anciano de 80 años casi ciego y sordo.
En una de ella describe la despedida del Padre Dionisio Pamplona Polo y los otros dos compañeros que fueron asesinados unos días antes en Monzón.
Unos días más tarde, el Hermano Florentín y el Padre Oteiza fueron sacados de Peralta y a la salida del pueblo, en Azanuy, fueron bajados del coche y en la cuneta fueron puestos ante sus verdugos.
Cuando el Padre Oteiza le dijo al hermano que se preparara, que les llevaban al martirio, sus únicas palabras fueron un sencillo:
La iglesia católica celebra la memoria del beato Florentín Felipe Naya el día 9 de agosto.