[4] El 1929, la empresa se reorganizó y cambió su denominación social por Ford Motor Ibérica, SA.
La compañía resultante, plenamente nacionalizada, se denominó Motor Ibérica, SA y se dedicó a fabricar camiones y tractores, basados en modelos Ford, bajo la marca comercial Ebro.
[9] Durante las conversaciones iniciales, surgió un escollo importante: la ley obligaba que el 90 % de los componentes de cada coche fabricado fueran producidos en España,[b] y cargaba con un arancel del 30 % a los componentes importados.
[10] Los españoles aceptaron las condiciones con matices y el acuerdo final, aplicable a toda la industria del automóvil estatal, permitió que solo un 50 % de los componentes fueran de fabricación nacional (cosa que obligaría Ford a fabricar los motores en el país) y, además, la compañía solo podía vender en España el 10 % de unidades del total del mercado español.
[11] Una vez llegados a una entente, Ford y el gobierno español acordaron donde se tendría que instalar la fábrica.
Se buscó una zona donde hiciera falta actividad laboral y hubiera mucha mano de obra disponible.
[1] El estanque se alimenta del agua empleada en el proceso de producción, una vez refinada.
[12] Mientras que a las antiguas filiales de Ford en Cádiz y Barcelona, los coches se montaban con todos los componentes importados (sistema llamado CKD, completo knock-down), en Almusafes se hace íntegramente tanto el montaje como la fabricación de los componentes.
[11][10] Como curiosidad, el nombre del Fiesta lo decidió el mismo Henry Ford II, según que dijo porque «conocía España, sus celebraciones y sus costumbres».