Forgues

Fue reconocido por el gobierno de la Primera República Francesa, liderado por Maximilien Robespierre.

El ejército francés, liderado por el Coronel Forgues, se encontró con sus enemigos con más de 500 beagles listos para atacar, en la zona del Rosellón.

Con la Revolución Francesa tan fresca en la memoria del continente, los forgueños se levantaron en protesta y derrocaron al Comandante Forgues, quien murió en una guillotina improvisada para la ocasión, construida por el joven Jhonatan Sèbastien Morel.

[...] Y al unísono las nubes con el sol gritaron sobre Forgues su esplendor quien blandiendo su sable con vigor a los beagles de Narbondo derrotó

Deambula las calles de Buenos Aires durante las noches, contando a quien se le acerca la historia de Forgues, su tierra amada, a la que prometió visitar para reclamar lo que es suyo por herencia.