Sin embargo sus ideas no fueron del agrado de los estudiantes, lo que provocó la creación del Consejo Estudiantil Universitario y trajo como resultado una huelga muy importante dentro de la UNAM.
Algunas de las propuestas siguen la línea de pensamiento del rector Ignacio Chávez quien luchó para la UNAM fuera democrática e incluyente al eliminar el pase automático, aunque tiempo después sería restablecido por el rector Javier Barros Sierra como resultado de una movilización estudiantil.
[4] El 11 de septiembre de 1986, como resultado del diagnóstico previo que había realizado el rector, éste presentó ante el Consejo Universitario las siguientes propuestas:[5] Al final del documento el Doctor Carpizo agregó una aclaración y una petición al Consejo Universitario, los Consejos Técnicos y Directores, pero lo más importante fue un mensaje dirigido a la comunidad estudiantil en el que expresó: El Proyecto académico que hoy planteamos implica, desde luego, una visión de la Universidad; persigue sencillamente que los estudiantes realmente estudien, que los profesores realmente enseñen y que los investigadores realmente investiguen.
Que la Universidad sea tal, y que cumpla con sus funciones para servir cabalmente al mejoramiento del pueblo mexicano en sus aspiraciones a niveles más altos en lo económico, en lo político, en lo social y en lo cultural.
Las propuestas fueron aprobadas por una gran mayoría dentro del consejo universitario, sin embargo pocos días después algunos estudiantes organizaron una huelga debido a su descontento con las propuestas, especialmente con aquella que limitaba el pase automático por considerarla “antidemocrática”.