Este melodrama se interpretó la noche de su estreno de forma seria pero recibió críticas poco favorables; la noche siguiente se interpretó con un tono más burlesco y se convirtió en un rotundo éxito.
Su éxito le llevó hasta conseguir un contrato en el Teatro de la Porte Saint-Martin, donde en 1827 produjo Trente ans ou la vie d'un joueur, donde su actuación produjo una muy buena impresión.
La segunda representación fue prohibida por el parecido entre los tupés utilizados y la peluca que usaba habitualmente Luis Felipe I de Francia.
Su última aparición fue en 1873 interpretando el papel del viejo judío en la obra Marie Tudor.
Fue encarnado por Pierre Brasseur en la película Les Enfants du paradis de Marcel Carné (1945).