Fractura (política)

Una fractura denota un fenómeno de disensión, separación o fragmentación que emerge dentro de entidades políticas, organizativas, partidistas o grupales, caracterizado por la manifestación de diversas posturas ideológicas o discrepancias en la conducción política.

[1]​[2]​ Este concepto trasciende el ámbito exclusivamente político, extendiéndose a otros dominios y disciplinas, como lo ilustran los siguientes ejemplos:[3]​ en el ámbito político, se observa una fractura marcada por polarizaciones entre derecha e izquierda, así como divisiones en torno a posturas como el sí y el no respecto a la Constitución Europea.

En el ámbito ideológico, fracturas se manifiestan en polarizaciones entre el capitalismo y el socialismo.

En el ámbito social, se evidencian fracturas entre la burguesía y el proletariado, así como entre una minoría dominante (élite) y una mayoría dirigida (pueblo).

[1]​ En el ámbito espacial, fracturas se registran entre lo urbano y lo rural, así como entre regiones geográficas como el norte y el sur.

Principales clivajes según el modelo clásico de Lipset y Rokkan .