Cuando Melodia fue arrestado por robo y pertenencia a banda mafiosa, el padre de Viola rompió el compromiso.
[7][8] Viola se enfrentó a las normas sociales y legales de la época negándose al denominado "matrimonio reparador".
La sociedad de la época marginaba a las mujeres que habían perdido la virginidad sin estar casadas y las señalaba como "desvergonzadas".
Casi un año después del juicio en el Tribunal de Trapani, presidido por el juez Giovanni Albeggiani y con el abogado Ludovico Corrao apoyando a Franca Viola.
Se negaba la realidad" señaló el historiador local Roberto Calia que dedicó un capítulo de su libro al caso sin entrevistar nunca a Franca.
[1] La defensa de Filippo Melodia intentó en vano desacreditar a Franca, alegando que había consentido la fuga del amor, una práctica conocida como "fuitina ", gesto que habría tenido el propósito de obtener el consentimiento para el matrimonio y poner a su familia frente al hecho consumado, y que la posterior negativa de Franca a casarse con el secuestrador habría sido consecuencia del desacuerdo familiar por la elección del marido.
El presidente italiano Giuseppe Saragat les envió un regalo de bodas para mostrar su solidaridad y el Papa Pablo VI recibió a la pareja en audiencia privada.
[1] En 2012 la escritora italiana Beatrice Monroy publicó la historia de Franca bajo el nombre Niente ci fu (No había nada).