Era hija de un minero y tenía dos hermanos menores.
Nació sin brazos y desde mediados de los años 1920 hasta mediados de los 1940 ganó su vida apareciendo en numerosos circos ambulantes como el «milagro sin brazos» o la Venus de Milo viviente.
Utilizaba sus pies para comer, beber o fumar un cigarro.
También tejía y cosía como pasatiempo.
O’Connor obtuvo un papel en la película Freaks (1932), dirigida por Tod Browning.