Francisco Savalls

Se hizo especialmente famoso en Cataluña durante la tercera guerra carlista, cuando, a las órdenes de Estartús, realizó una frenética actividad al frente de una partida, convirtiéndose en una figura legendaria para las otras partidas carlistas catalanas.

Enfrentado al infante Alfonso, hermano del pretendiente Carlos VII, consiguió mantenerse en su puesto y tras la victoria carlista en Alpens (1874), el pretendiente le otorgó el título de marqués de Alpens.

En 1874 consiguió tomar Olot y en 1875 Don Carlos lo nombró capitán general de Cataluña.

Fue uno de los dos únicos jefes pontificios que en Civitavecchia se negaron a rendirse cuando los italianos sitiaron dicha plaza, mereciendo Savalls los más calurosos elogios por parte del general pontificio Kanzler, cuando volvió a Roma.

Organizó a su gente y se impuso frente a los cuarenta batallones, seis escuadrones y dos regimientos de Artillería que constituían por aquella época el Ejército gubernamental de Cataluña, sin contar los voluntarios liberales que guarnecían muchas poblaciones.

[13]​ La carta empezaba con las siguientes palabras: A principios de 1873 ya había organizado Savalls en Gerona cuatro batallones, un escuadrón y dos compañías escogidas, dedicadas al servicio de observación del enemigo, exploración y seguridad del país.

[22]​ Con la Gran Cruz Roja del Mérito Militar y el ascenso a teniente general premió Don Carlos esta victoria del general Savalls cuyo prestigio que había quedado algo quebrantado con el fracaso de sus operaciones sobre Puigcerdá, volvió a quedar asegurado.

Se acordó un mejor trato a los prisioneros[23]​ y un armisticio, aunque la guerra continuó.

[26]​ Se formó causa al general Savalls para depurar responsabilidades, teniéndosele entretanto incomunicado en Iturmendi; pero si tuvo altos acusadores, también tuvo entusiastas defensores, decididos partidarios, y nada llegó a probarse en contra de su lealtad.

[27]​ El general Savalls emigró al concluirse la última guerra carlista, y residió en Francia, protestando de su lealtad hasta el último instante de su vida, según escribió en una carta dirigida al semanario tradicionalista Rigoleto, que por aquella época publicaba en Madrid el veterano carlista Pablo Marín y Alonso, afecto a Nocedal.

Actualmente se encuentra enterrado en el cementerio de Caucade, sector 1, sepultura núm.

362,[30]​ junto con cuatro de sus hijos, que figuran en francés como Jean Charles Joseph, Carlos Alphonse, Ida y Thérèse Joachine Raphaelle.

[27]​ En 1913 el mismo diario publicó una fotografía en la que se veía a ambos juntos en la ciudad de Niza.

Savalls y sus oficiales en la tercera guerra.
Manifiesto del general carlista D. Francisco Saballs (1873)
Francisco Savalls
Francisco Savalls a caballo