[1] En origen tenía un carácter simplemente católico, y —según Navarro Cabanes— al aparecer La Fé, se declararía carlista.
[19] El arzobispo de Toledo, por su parte, llamó al orden para que hubiese paz entre los periódicos católicos, pero El Siglo Futuro se rebeló junto a otros periódicos nocedalistas, y los obispos condenaron a muchos de ellos.
[25] Nocedal se rebeló entonces contra Don Carlos junto con los demás directores de prensa expulsados del partido y el 31 de julio veinticuatro periódicos nocedalistas firmaban conjuntamente en Burgos un manifiesto[26] que originaría una escisión en el tradicionalismo, posteriormente conocida como partido integrista.
El Siglo Futuro replicó en un artículo que ellos no habían atropellado jamás ningún respeto ni obediencia debida y que eso hubiera dado a sus enemigos derecho, poder o razón para destruirles.
[30][31] Ramón Nocedal se vio obligado a publicar después en su periódico la réplica del cardenal Sancha en forma de pastoral.
[8] En noviembre del mismo año fue nombrado director Manuel Senante, diputado integrista por Azpeitia.
[39] Para dilucidar la cuestión suscitada con la «Inter Catholicos Hispaniae», poco antes de morir Nocedal había propuesto ir a Roma y solicitar audiencia con el papa.
Según manifestaría años después Senante, el papa les contestó «¡Eso, de ninguna manera!
[36] En 1910, en relación con el movimiento de catolicismo democrático de Le Sillon, Pío X afirmaría en su encíclica Notre charge apostolique que «los verdaderos amigos del pueblo no son ni revolucionarios ni innovadores, sino tradicionalistas».
[41] En 1919 el diario se opuso al Grupo de la Democracia Cristiana, agrupación intelectual promovida aquel año por el exjaimista Severino Aznar, con la que mantuvo intensas polémicas y que recibió incluso la denuncia ante las autoridades eclesiásticas de Manuel Senante.
[43][44] En su oposición a los proyectos sociales del cardenal Guisasola y sus amigos los demócratas cristianos, el diario contaría con el respaldo del nuncio Ragonesi y de un buen número de obispos españoles.
[47] El diario acogió con satisfacción el directorio militar de Primo de Rivera, del que «Fabio» dijo estar «encaminado a la defensa de la realeza y del pueblo contra esta aristocracia caciquil del parlamentarismo»,[48] mientras que, para «Mirabal», constituía un «hecho histórico» que cumplía una vieja tarea pendiente y despertaba entusiasmo en España.
En los comienzos de la dictadura hitleriana también se apoyó la campaña del gobierno nazi contra los judíos, aunque «Tíndaro» apostillaba que el nazismo nada tenía que aportar al tradicionalismo español.
En ella se llegó a acuerdos sobre varios temas, como la relación del tradicionalismo con Acción Católica, la cuestión de la sucesión dinástica y la creación de una agencia informativa, que se iniciaría al año siguiente.
Se abordó asimismo la necesidad de un empuje económico que proporcionase material, máquinas, linotipias y teletipos para la agencia.
[1] Según el propio Manuel Senante, los revolucionarios destruyeron la redacción y gran parte de la imprenta.
[65] Varios empleados y colaboradores del periódico fueron asesinados durante la represión en la zona republicana.
Oros» (presbítero), Emilio Ruiz Muñoz «Fabio» (presbítero), Álvaro González de Amezua, Ricardo Gómez Rojí (presbítero), Justo Dorado, José Hermosa y Jesús Losa, redactores; Isaac Vázquez Amor, bibliotecario; Manuel Bellido, administrador; José María Ruano y Eduardo Navarro, colaboradores; Gerardo Darriba, Máximo Laborda, Luis Pérez y Miguel Lahoz, operarios de la Editorial Tradicionalista; e Indalecio Ibáñez, ordenanza.
También morirían poco después de la guerra, a causa del cautiverio padecido, los redactores Manuel Sánchez Cuesta «Mirabal» y Antonio Sanz Cerrada «Fray Junípero» (presbítero).
[69] Álvarez Chillida afirma que durante el periodo republicano debió mejorar notablemente su venta.
[70] Según la propia Editorial Tradicionalista, desde 1932 El Siglo Futuro experimentó una enorme expansión y multiplicó por diez su tirada habitual en menos de un año, dejando la máquina obsoleta.
[78] Según Hibbs-Lissorgues, El Siglo Futuro tomó como modelo a la prensa ultramontana francesa, en especial al periódico L'Univers de Louis Veuillot.
[79] En la redacción del periódico se encontraba un retrato de Francisco Alvarado, «el Filósofo Rancio».
[80] En sus inicios se mostró contrario al régimen de la Restauración, postura que más tarde mantendría igualmente respecto a la Segunda República.
[87] La publicación desarrolló una campaña antijudeomasónica durante la Segunda República Española,[88] destacando una sección semanal publicada entre 1935 y 1936 bajo el título «Página crítica sobre sectas», en la que se recogían ataques contra la masonería, además de relacionar a esta con el judaísmo,[89] presentando a ambos como «enemigos de España».
[90] Todo lo que se editaba en el periódico tenía carácter católico, monárquico, antiliberal, tradicionalista y antiparlamentario.
Entre los autores publicados, se cuentan los franceses Paul Feval, Eugène de Margerie, Madame Bourdon, Eugène Mahon de Monaghan; el alemán Conrad de Bolanden; el italiano padre Bresciani y los anglosajones cardenal Wiseman, cardenal Newman, Edward Bulwer-Lytton, William Collins, Fenimore Cooper y Charles Dickens.
De los autores españoles, destacaron las obras del padre Coloma (de quien el diario publicó casi todos sus cuentos y novelas cortas), Antonio Trueba, Fernán Caballero, el padre Risco, Gabino Tejado, Francisco Navarro Villoslada, Enrique Gil Robles, Leandro Herrero, Francisco José Orellana, el «coronel Ignotus», Guillén de Castro, Juan Eugenio Hartzenbusch, Leopoldo Eguílaz y Yanguas,[113] Luis Montoto[114] y Rafael Pérez y Pérez,[115] entre otros.