El Correo Catalán

El Correo Catalán se convertiría en el órgano de la Comunión Tradicionalista en Cataluña.

[3]​ Las cartas eran el elemento principal del periódico de esta época, pues a la par que daban información se analizaban y comentaban los asuntos.

No nos detendremos en este momento en explicar las causas que motivan esta acusación profundísima, porque acaso iríamos más allá de lo que nuestros propósitos nos consienten; y nos limitamos a declarar que no descenderemos con frecuencia a romper lanzas en una arena tan candente y movediza.

Fue absuelto, gracias a la actuación del letrado Ignacio de Castells.

[5]​ Al encargarse de la dirección Luis María de Llauder, publicó un artículo diciendo que seguiría el periódico «defendiendo la verdad católica», y en cuanto a los principios políticos, defendería «aquellos más opuestos a la revolución que puedan llevarnos al restablecimiento del orden moral, por el que tanto suspira el país».

El 23 cesó El Correo Catalán y le sustituyó El Eco del Milenario; reapareció el 2 de mayo.

Durante la suspensión fue sustituido por El Noticiero, y el 29 de noviembre volvió a reaparecer.

Al mismo tiempo inauguraba la publicación de dos ediciones diarias: una por la mañana y otra por la tarde.

El 5 de agosto comenzó a publicar la sección amena «Dichos y hechos».

En noviembre de 1886 inauguraba imprenta propia con máquina Marinoni, que estampaba 4.000 ejemplares por hora.

[6]​ Al producirse la escisión integrista en el año 1888 por la rebelión del antiguo diario carlista El Siglo Futuro, Llauder marchó a Madrid a fundar El Correo Español por orden de Don Carlos, al tiempo que Palau y Huguet trató de ponerle pleito sobre la propiedad de El Correo Catalán, considerando que no había cumplido los compromisos contraidos.

[8]​ En 1899 sustituyó a Llauder en la dirección Salvador Morales, que había sido ya redactor jefe del diario.

En esta fecha inauguró nueva casa y montó todos los servicios a la altura de los principales periódicos españoles.

Recibió el apoyo de los papas León XIII y Pío X.

[13]​ El diario mantuvo su tendencia carlista y tradicionalista hasta finales de los años 50, con abundantes escritos en catalán.

No obstante, algunos de sus miembros se implicaron en el movimiento llamado carlooctavista y defendieron al pretendiente Carlos VIII, quien, a diferencia del sector tradicionalista liderado por Manuel Fal Conde, colaboraba con las autoridades franquistas.

[17]​ Los propietarios del periódico venían del carlismo, como la mayoría de la redacción, pero, según Saura, prácticamente sin proponérselo, parece que todos entendieron que aquella había dejado de ser su lucha.

[17]​ José María Baygual, cuya familia dominaría en el diario a partir de 1952 y se convertirían en los principales accionistas,[18]​ explicó el ejemplo de su familia con estas palabras: El progresivo desinterés por la causa tradicionalista quedó reforzado, tras la derrota del Eje en la Segunda Guerra Mundial, por la llegada en 1946 de un nuevo y joven director, Claudio Colomer, que, aunque también con raíces carlistas, se dedicó a hacer carrera dentro del aparato estatal franquista, donde, según Saura, «no cabían reivindicaciones estrafalarias».

Dos años después, publicó la original serie Ésta es su tira de Ángel Casas y Enrique J.

Juan Rodríguez, Remigio Adán, Alfredo Germán de Bellver, redactores; Melchor Ferrer, reporter, y Pedro Magrina, administrador.

Manuel Milá de la Roca , fundador y primer director (1876-1878)
Luis María de Llauder , segundo director (1878-1899)
Bendiciones de los papas León XIII y San Pío X a El Correo Catalán cuando era un periódico católico y tradicionalista.
Diferentes cabeceras de El Correo Catalán
Miguel Junyent , cuarto director (1903-1932)
Primera plana de El Correo Catalán el 2 de junio de 1919
Sala de redacción del diario (1912)
Juan Soler , quinto director (1932-1936)