Francisco Navarro Villoslada

Sin embargo tuvo que volver a Viana a comienzos de 1836 durante la primera guerra carlista para servir como soldado en la Milicia Nacional, cuerpo en donde ya servían su padre y otro familiar, porque su tío Nazario había sido asesinado en una emboscada carlista cuando escoltaba el correo desde la cercana ciudad de Logroño hasta Viana.

De esta manera la primera guerra civil carlista marcó su vida.

Frecuentaba por entonces a escritores situados dentro del romanticismo conservador, como Gabriel García Tassara, Nicomedes Pastor Díaz, José Zorrilla, Ángel de Saavedra y el periodista Andrés Borrego.

En 1860 fundó junto con el neocatólico Gabino Tejado y José Alonso Ibáñez El Pensamiento Español, defensor del tradicionalismo católico y del papa Pío IX al suscitarse la "cuestión romana", cuyo primer número salió el 2 de enero de ese año; llegó a ser director y único propietario de este periódico, en el que puso toda su ilusión; pero en 1869 fue cuarenta y cinco días a la cárcel del Saladero junto a su hermano Ciriaco, administrador del periódico, por publicar un artículo en el que se enfrentó a Manuel Ruiz Zorrilla, ministro de Fomento (este había ordenado un inventario de las alhajas de las iglesias como paso previo a su incautación).

Al morir Cándido Nocedal, el pretendiente lo llama de nuevo en 1885 para que reunifique la prensa del escindido carlismo, pero fracasa en esta misión y abandona el cargo en 1886 no solo porque sus propios amigos llaman traidor, sino por su mala salud.

La lectura de Walter Scott le apasionó por el género de la novela histórica, cuya documentada minuciosidad ambiental dominaba y con el cual obtuvo grandes éxitos literarios y beneficio económico en una época en que este género había empezado a periclitar a causa del auge de la novela realista burguesa.

Compuso así tres de ellas: Doña Blanca de Navarra (1847), que algunos consideran la mejor novela romántica española, tuvo seis ediciones más y fue traducida al portugués y al inglés; Doña Urraca de Castilla (1849) y su celebérrima Amaya o los vascos en el siglo VIII (1879, aunque se repartió como folletín entre 1877 y 1879 en la revista quincenal La Ciencia Cristiana), novela por la que es fundamentalmente recordado, en la que se realza el protagonismo de los vascos en la lucha contra el islam: deshecha la monarquía visigoda, los vascos se introducen en la religión cristiana para oponerse al musulmán, repoblando Castilla.

Francisco Navarro Villoslada nació en Viana, en la rúa de San Pedro, actual número 22.

En la fachada del edificio reza una placa en mármol blanco que indica ambas efemérides y recuerda al escritor como “Cantor de la raza vasca”.

El solar que ocupa dicha casa, fue rehabilitado y convertido en biblioteca pública inaugurada en 2005.

En el pasillo de entrada una vitrina contiene diferentes documentos relacionados con la vida del escritor.

Francisco Navarro Villoslada, en La Ilustración Católica , 1878.
Monumento a Navarro Villoslada en Pamplona