A los dieciocho años de edad estrenó su primer drama, Honradez y perfidia, poemas largos, que obtuvo un éxito clamoroso.
Tradujo a correctos versos castellanos los Idilios; Cantos místicos, y el poema San Francisco, de Jacinto Verdaguer.
Obtuvo numerosos premios en certámenes literarios, consiguiendo la Flor natural y el título de Mestre en Gai Saber.
Su biblioteca fue donada por su nieta, Teresa Cebrian Badenes, juntamente con los cuadros y objetos de valor personal que conservaban el recuerdo del poeta.
Es una biblioteca eminentemente literaria que muestra el mundo intelectual y personal del autor.