Francisco Cárdenas

[2]​ En 1911 fue reportado como protector de los inconformes con del régimen maderista incluyendo a Bernardo Reyes.

Después de halagarlo le explicaron que la comisión consistía en simular un asalto.

Ante la seriedad y riesgo de la comisión, Cárdenas pidió confirmar la orden con Victoriano Huerta.

Cárdenas, en compañía de Joaquín Chicharro, Rafael Pimienta, Francisco Ugalde y Agustín Figueres, llevó a cabo el plan trazado: la pequeña escolta transportó a Madero y Pino Suárez hacia la penitenciaría de Lecumberri, al llegar al lugar, el recién nombrado director de la cárcel, Luis Ballesteros, les indicó que los esperaban al fondo del costado oriente Cecilio Ocón y los suyos.

Una vez en ese sitio apartado, Cárdenas liquidó a Madero, mientras que Pimienta hizo lo mismo con Pino Suárez.

Al iniciarse los levantamientos en contra del régimen huertista, su casa en La Palma fue incendiada por las tropas revolucionarias de Adolfo Trujillo.

[8]​ Al ser ascendido a general de división, intentó visitar el domicilio particular del entonces gobernador Miguel Silva, pero este, indignado, le escupió a la cara y le gritó "¡fuera de aquí, asesino!".

Fijó su residencia en Ayutla, se mezcló con los medios más altos de la sociedad.

Durante los descansos en el camino realizó diversas anotaciones a un diario que portaba.