[5] Comenta sobre el panorama musical en su juventud: Fue organista de la colegiata del Salvador entre 1599 y 1636.
Gerónimo de Leyva, canónigo provisor, le solicitó al secretario el documento, que fue entregado a Francisco.
[9] En 1627 declaró en un proceso del cabildo con la parroquia para nombrar un cura ayudante, cosa que finalmente se llevó a cabo.
[9] En 1629 tuvo un proceso contra la hermandad sacramental del que no existe más información.
En la catedral de Jaén contaba con un órgano viejo y desajustado, aunque recibía mantenimiento del organero Juan Bautista Marín.
[17] Correa se planteó la oferta durante algunos meses, en los que otros realizaron las oposiciones.
Finalmente, en noviembre escribe explicando que no participará porque aquello supondría desatender al cabildo y a sus discípulos de Segovia.
Hizo testamento en Segovia por el cual nombraba heredera a su prima Jerónima Ortiz Acosta y pedía que su cuerpo fuese enterrado en la propia catedral.
Su objetivo era escribir un libro donde se justificasen muchos procedimientos técnicos mal vistos por la composición tradicional.
Correa introduce pequeños prólogos, que el denomina “apuntamientos e indicaciones” antes de todas sus piezas.
El estilo de Correa viene definido por varias características: La armonía es modal aunque introduce disonancias atrevidas y modulaciones.
Sus intervalos más usados son la quinta aumentada, la cuarta disminuida y las séptimas menores.