Al año siguiente cambió su compañero de zaga, que pasó a ser Ernesto Cordones.
[2][3] Para 1929 Cordones se desplazó hacia el mediocampo, dando lugar a un nuevo ladero para De Cicco en la defensa, Juan González.
Durante la era rentada, De Cicco mantuvo la titularidad hasta 1932; desde entonces hasta su retiro su participación fue mermando ante la aparición de Ignacio Díaz como nueva figura en la defensa centralista.
En 1940 llegó a la primera del club su hermano Ángel, quien se desempeñó como delantero.
En 1929 se consagró campeón del Campeonato Argentino Interligas, derrotando en la final jugada el 15 de octubre en el estadio de River Plate a la Federación Tucumana 2-1 (goles de Maidana para los tucumanos, Juan González y Luis Indaco para los rosarinos).