Francisco Javier Sánchez de Cabezón y Tejada

Gran promotor y mecenas del arte en su diócesis, y fundador del Seminario de San Toribio.

Se mantuvo como titular de esta sede hasta su fallecimiento en 1767.

En 1766 erigió el Seminario Conciliar de San Toribio, pensado como un edificio provisional, pero que al final se mantuvo por su solidez.

En su pontificado se comenzó la obra del claustro de la catedral, debida al arquitecto Gaspar López que sería también quien dirigió la obra del Hospital.

Es un edificio de grandes dimensiones en comparación con las dimensiones de la aldea, construido en mampostería, de una sola nave con crucero y cabecera rectangular, siendo su elemento más característico su crucero cubierto con una cúpula con linterna sobre pechinas, nada usual en las aldeas cameranas.