Implicado en la conspiración militar contra la República, la mañana del 19 de julio se sublevó junto a su unidad y sacó las tropas a la calle.
[3] Sin embargo, para entonces se había congregado una gran multitud armada alrededor del edificio de los Carmelitas.
Los sitiados, nerviosos, dispararon contra la multitud, lo que excitó aún más los ánimos.
[2] Cuando los rebeldes iban a rendirse ante el coronel de la Guardia Civil Antonio Escobar, una multitud enfurecida se abalanzó sobre el lugar, sobrepasando a los guardias civiles, y causó una matanza entre los rendidos y los frailes del convento.
[4] El propio Lacasa se encontraba entre los que cayeron asesinados por la masa.