[1][2] Fue alcalde de Río de Janeiro que, en ese entonces, era el distrito federal entre 1906 y 1909 nombrado por el presidente Afonso Pena.
Antes de partir, a pedido del entonces vicepresidente Floriano Peixoto, proyectó en pocos días el Hospital Central del Ejército.
[1] En la exposición, obtuvo el Gran Premio de Arquitectura por el proyecto del Palacio Monroe.
[5][6][7] A su retorno a Brasil, fue encargado de la construcción del edificio de la Biblioteca Nacional[1][4] y del Palacio Monroe.
En su entierro, la familia rechazó las honras militares a las que tenía derecho el mariscal pero aceptó el ofrecimiento del alcalde Pedro Ernesto de que el municipio asuma el costo del entierro en el Cementerio de São João Batista, por el que se decretaron tres días de luto oficial.