Cursó Humanidades en el Instituto Nacional y luego se trasladó a Concepción, donde ocupó algunos cargos públicos, entre otros, Intendente de la provincia.
Sostuvo una disputa con el obispo de Concepción, José Hipólito Salas, a raíz del fallecimiento del coronel Manuel Zañartu (1885), donde el obispo se negaba a enterrarlo en el cementerio general por no ser católico y el Intendente ordenó la inhumación asumiendo toda responsabilidad contra las protestas del clero y de su propia colectividad, el Partido Conservador.
Diputado suplente por Concepción y Talcahuano (1867), pero nunca ocupó la titularidad.
Integró la comisión permanente de Gobierno y Relaciones Exteriores.
En 1891 adhirió a la causa de José Manuel Balmaceda.