Era sobrino del escritor Diego San José y se casó con la también pintora Pilar Aranda Nicolás.
Tras la Guerra civil española y el desconcierto inicial, recupera la relación con el grupo de alumnos de Vázquez Díaz, que encuentran temporalmente en Benjamín Palencia un guía.
Será este pintor jienense quien le presente, en 1943, a Pilar Aranda, su compañera y futura esposa.
En 1950 cayó enfermo de tuberculosis; durante la convalecencia en Peguerinos -en casa de una familia que le admira- es ayudado por Juan Antonio Morales, Juliana Macarrón, Menchu Gal, su hermana Maruja y otros amigos.
En 1972, deciden regresar a España, instalándose en Madrid y pasando largas temporadas en Olmeda de las Fuentes, donde recupera su pasión por el paisaje castellano.