Francisco Sevilla

Apodado en Sevilla el Troni, destacó más que por la ortodoxia de su monta por su valor y fortaleza.

Ya entonces causó buen efecto y repitió el día 25 de octubre.

Inmediatamente a continuación Sevilla, en pie, se hizo con un capote e intento lancear al toro, como probablemente había hecho en otras ocasiones antes en plazas de fuera de Madrid, impidiéndoselo los peones.

[4]​ Fue testigo Mérimée, que describió el lance en carta a un corresponsal con todo detalle: Tras este triunfo de su presentación en Madrid fue inmediatamente contratado para la temporada siguiente, renovándosele el contrato en la de 1832 y siguientes en las que se le pagaron 1500 reales por temporada, el máximo para un picador, y 200 reales de gratificación por corrida, más el importe del viaje de regreso a Sevilla.

[4]​ Contaba Mérimée que lo había vuelto a ver en 1840 y presenciado cómo era derribado del caballo en más de veinte ocasiones, siempre con el mismo valor.

Retrato de Francisco Sevilla por Ramón Amerigó y Morales , litografía Laujol. Biblioteca Nacional de España .