Su padre, Huberto Vighi Corradi, fue un ingeniero italiano[1] llegado a Palencia para trabajar en la empresa ferroviaria "La Compañía del Norte".
Completado el Bachillerato en Palencia brillantemente, marcha a Madrid para estudiar Ingeniería Industrial.
Seguramente por los avatares de la guerra civil española (el poeta estuvo un tiempo encarcelado en Valladolid), la familia se trasladó a Málaga, donde Francisco desempeñó las tareas de Ingeniero Municipal.
Ya entonces su carácter extrovertido, alegre, dado a la reunión social, la broma y la risa se había visto ensombrecido por una enfermedad, la arterioesclerosis, que finalmente acabó con su vida, en Madrid,[4] el 17 de enero de 1962.
Estas palabras, que son autorretrato a la vez, resumen bien el quehacer literario de Francisco Vighi.
A pesar de todo ello, Francisco Vighi es un poeta innovador, trascendente por su ironía y su humor desmitificador.
Muchas veces su poemas son cita o parodia de otras obras, que modifica con un nuevo sentido en clave humorística, mediante expresiones coloquiales, onomatompeyas, frases hechas, diálogos... de gran imaginación y plasticidad, muy evocadores de los ambientes bulliciosos que tanto frecuentaba.
[6] Invierno (Las cuatro estaciones) Yo diría... la nieve silenciosa, el blanco sudario.