Francisco de la Cuesta, O.S.H.
(Colmenar de Oreja, 1658 - 30 de mayo de 1724[1]) fue un religioso español de la Orden de San Jerónimo.
Tras pasar más de 30 años de su vida en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial,[2] el rey Carlos II le presentó para ocupar el arzobispado de Manila, donde entre 1719 y 1721 desempeñó también el puesto de gobernador general de las islas Filipinas.
En 1723 viajó a Nueva España para tomar posesión del obispado de Michoacán, pero murió pocos días después de su llegada.