Cuando no están en uso, se ajustan al perfil aerodinámico local de la aeronave para ayudar a minimizar la resistencia.
Fueron controlados manualmente mediante una palanca en la cabina y enlaces mecánicos al freno de aire.
También era necesario ventilar las superficies de freno mediante numerosas perforaciones o ranuras para reducir las sacudidas del fuselaje.
Además, la resistencia generada por los spoilers contribuye directamente al efecto de frenado.
El empuje inverso también se utiliza para ayudar a frenar el avión después del aterrizaje.