[4] La conferencia sirvió para estrechar relaciones entre los tres países, tendencia que había comenzado en el otoño de 1934.
[5] La impresión internacional fue la de haberse creado un frente común entre las tres potencias contra el Tercer Reich.
[6] Además, las diferencias entre los países danubianos complicaban la aplicación de un plan global para la región.
[8] El pacto suponía la legitimación del rearme alemán, que la declaración tripartita de Stresa había condenado.
[10] La crisis que desencadenó la ruptura final de la alianza fue, sin embargo, la segunda guerra ítalo-etíope.