Luego de cursar sus estudios primarios, se trasladó a Lima para terminar su formación secundaria.
Su gran preocupación por el sistema pasivo de la enseñanza la lleva a investigar durante cinco años la educación y las escuelas en otros países y a intercambiar correspondencia con la UNESCO.
Se hablaba por primera es sobre este tema, pues no existían clubes de esas características en el Perú ni en el mundo.
Fue infatigable motivadora e inspiradora para quienes por su condición social y económica, tuvieron pocas oportunidades para acceder a la educación.
Se desempeñó como docente durante 32 años en los diferentes niveles de la enseñanza.
Durante veinte años trabajó en la GUE "Miguel Grau", retirándose de la actividad docente en 1982.
Ese mismo año fue premiada por la elaboración de la "Antología de lectura para la enseñanza del castellano", trabajo que compartió con otros cinco profesores.