En la década del 20 surgió un brote de bandolerismo, siendo su máximo exponente Froilán Alama, figura romántica, audaz, generosa, para muchos, especialmente para el pueblo que llegó a admirarlo.
Froilán Alama, fue un mestizo nacido en Chulucanas el cual empezó sus correrías en 1928, debido según se dice, a los abusos y humillaciones de que fue víctima por hacendados déspotas y explotadores.
Durante ocho años sembró el terror por pueblos y villorrios del arenal piurano.
Este epílogo romántico del “Señor del bandolerismo piurano” es desmentido por el tradicionalista Rómulo León Zaldívar quien asegura que Alama fue muerto por los guardias civiles en una chingana de Garbanzal y que Toro Mazote quedó vivo.
Según se cuenta a la fecha tiene parientes en varias ciudades del Perú incluyendo aparte de Piura, Lambayeque donde hasta hace dos años vivía su pariente más cercano Andrés Huaman Oyola y hasta hace 12 años atrás aproximadamente Esmenia Alama, hoy se rinde un merecido homenaje en esta su casa situada en el pueblo joven de San Martín.