Fuente de Tomares

La galería principal transcurría bajo la hacienda de Navarro, la iglesia parroquial y la hacienda del Conde (actual Ayuntamiento) y llegaba hasta el lugar de su emplazamiento histórico.

Al entrar el pueblo en ese día, se encontraba el estanque bautismal rebosando y tras bendecir el agua, la gente del pueblo se la llevaba a su casa y hasta regaba los campos.

Cuando se tocaba al primer bautizado, el agua del estanque volvía a su nivel natural hasta el año siguiente.

El caso del arrabal de Triana era aún más grave ya que solo contaba para su abastecimiento con el agua del río y de los pozos que este alimentaba.

Esta circunstancia hizo que desde tiempo inmemorial fuera constante el tráfico de las arrias de borricos cargados del apreciado líquido por el corto camino que unía ambas poblaciones y que una vez llegados a la capital iban vendiendo de puerta en puerta o abasteciendo a las botillerías y aguaduchos que abundaban a lo largo y ancho de la ciudad.

En la parte más elevada de la estantería, y con gruesos caracteres, había un letrero donde podían leerse estas palabras: “Puesto de agua de Tomares”; y la fama que dicho puesto tenía comenzó a hacer que la gente asistiese allí, convirtiendo el lugar en casino y centro donde se reunían muchas personas de las más conocidas en Sevilla a fines del siglo XVIII.

También frecuentaba aquel establecimiento el célebre Manolito Gázquez, inmortalizado por Serafín Estébanez Calderón en su obra “Escenas andaluzas” y ya avanzada la noche aparecía por allí el popular diestro Pepe-Illo con su corte de seguidores y cuyas juergas tenían fama en toda la ciudad.

Un industrial privado, Juan de Dios Govantes y Valdivia que tenía una fundición de plomo en Tomares que había inaugurado en 1838 fue quien se adjudicó las obras dirigidas por el arquitecto municipal Balbino Marrón.

Interior de la fuente de Tomares .
Imagen del manantial de la fuente de Tomares en el mapa de Obando de 1628. En aquella época el manantial surgía en la hacienda Santa Ana (El Conde)
"El aguador y los murmuradores" José Jiménez Aranda. 1878
Exterior de la fuente de Tomares