La fuente sigue existiendo y manando agua aunque oficialmente no es potable.
[1] Cerca del camino que conducía a Fuensaldaña y en las llamadas cuestas de Torozos hay un manantial que se conocía ya en el siglo XVI y era famoso por sus aguas beneficiosas.
Un camino en cuesta llevaba hasta el manantial que enseguida se convirtió en fuente y que tomó su mismo nombre: camino de la Fuente del Sol.
El encañado estuvo siempre en constantes reparaciones como ocurría en tantas otras traídas de agua.
En 1933 hubo un concejal que propuso y consiguió una plantación de árboles en su entorno.