El Fuero de Avilés es el documento escrito en idioma asturiano más antiguo del que se tiene noticia.
[1] Fue otorgado en 1085 por Alfonso VI, rey de León a la ciudad Avilés, donde ya existía una población desde tiempos romanos.
[2][3] Es, tras la ratificación del fuero, que confiere a la ciudad derechos tanto económicos, comerciales como políticos, cuando se edifica la muralla.
El ayuntamiento de Avilés ya guardaba una copia con fecha de 1289 cuando en 2009 recuperaron una antigua copia que ya había pertenecido al archivo municipal, la que está fechada en 1155[4] y es considerada como el ejemplar más antiguo de cualquier documento hoy conservado en Asturias.
[5] Durante mucho tiempo se pensó que era un documento escrito en romance castellano, llegando a ser proclamado durante el siglo xix como «el primer documento escrito en romance castellano, con fecha segura y de carácter indudablemente genuino».