[1] Cayó en desuso debido a que la capital se trasladó al Fuerte Zelandia.
En un primer momento le llamaron Fort Ter Hoogen en honor de un influyente neerlandés.
Según cuenta Keymis, los españoles trataron de construir una ciudad a orillas del Esequibo.
[3] Cuando estudiaron los restos arqueológicos los investigadores encontraron un emblema tallado en piedra en el fuerte Kykoveral.
[2] Debido a esto, las acciones de colonización en América no podían hacerse con bandera neerlandesa, hasta que acabe la tregua.
[2] A la fecha de la carta ya había una colonia neerlandesa establecida en Esequibo.
Estas Cámaras podrían, embarcarse en empresas propias en las cuales la Compañía no tenía ningún interés financiero.
Las actividades alcanzaron un pico en 1670, cuando se realizó una gran cantidad de comercio con las tribus locales.
El almirante Abraham Crijnssen, que había capturado Surinam de los ingleses, llegó como comandante.
Pasaron dos años y no se encontró quien emprendiera la gestión de la colonia.
El comercio entre los colonos y los indios se dio principalmente por exploradores a los que llamaban uitloopers.
Recorrían la región buscando indios que intercambiaran sus mercancías (tintes, aceites, maderas preciosas, bálsamo, etc.) por baratijas.
Eran empleados regulares de la Compañía, usualmente mestizos o viejos negros familiarizados con los indios.
En 1684 la compañía prohibió el comercio con el Orinoco, hasta 1717, al menos en lo que respecta a los colonos privados.
Partían desde Kykoveral a la sabana de Cuyuni donde los caballos eran traídos desde el Alto Orinoco.
Los neerlandeses principalmente compraban caballos y otros animales de tiro a los españoles para operar los ingenios azucareros.
En agosto de 1738, Laurens Storms van Gravesande, inspeccionó el fuerte y descubrió que la estructura estaba en ruinas.
Para evitar que más esclavos se dirigieran al Orinoco, en 1755 construirían un puesto de avanzada en el río Cuyuni, reubicado posteriormente.
[17] En 17779 Jose Felipe de Inciarte reconoce la parte oriental del Orinoco hasta el río Esquibo.
En 1783 los españoles Felipe Yriate y Francisco Saavedra, realizan un informe para cartografían la zona [18]con el interés de repoblarla y presionar a los Holandeses evitando se cuelen por las bocas del Orinoco indicando los puntos a fortificar.
Las muestras tomadas fueron analizadas en Inglaterra, y los exámenes revelaron que los ladrillos utilizados eran de origen neerlandés.