Una función de proceso (o magnitud de proceso) es una magnitud física que describe la transición de un sistema entre dos estados de equilibrio.
Como ejemplos, el trabajo mecánico y el calor son magnitudes de proceso ya que describen cuantitativamente la transición entre estados de equilibrio de sistemas termodinámicos.
En un proceso reversible no es sólo función de los estados inicial y final, sino también de los sucesivos estados intermedios por los que va pasando el sistema (si el proceso no fuera reversible habría que especificar con detalle cómo se va realizando).
[1] Los procesos son gestionados por el sistema operativo y están formados por: Las instrucciones de un programa destinadas a ser ejecutadas por el microprocesador.
Su estado de ejecución en un momento dado, esto es, los valores de los registros de la unidad central de procesamiento para dicho programa.