En el 1999 se suspendió el servicio para acondicionar la instalación a las normas de seguridad vigentes en este tipo de ferrocarril.
Aprovechando las obras de rehabilitación se construyó un nuevo edificio de servicios con cafetería junto a las taquillas del funicular.
La renovación corrió a cargo de Patrimonio Nacional,[1] que es la entidad gestora del Valle de Cuelgamuros.
Desde 2009, el funicular se encuentra cerrado debido a posibles desprendimientos de rocas desde la montaña.
Los coches se desplazan sobre dos raíles mediante ruedas de adherencia simple.