Posteriormente sería ordenado sacerdote en 1679, ganando desde entonces fama en Augsburgo como predicador y misionero entre la población protestante.
Permaneció con la reina hasta febrero de 1701, cuando esta se traslada a Toledo.
Después fue destinado al convento capuchino en Urbino (Estados Pontificios) donde permanecería hasta 1706.
En diciembre de ese año volvería a Chiusi donde fallecería.
En esta localidad había conseguido que Mariana de Neoburgo fundara un convento capuchino bajo su patronazgo.