En ese tiempo, era alumna en una escuela Católica y escuchaba la música de la iglesia fundamentalista local.
Siguiendo sus estudios vivió y trabajó en Europa durante 3 años, a mediados de los sesenta.
Ella se negó a aceptar tal pronóstico[2] y entró en una gran depresión que le llevó retirarse al Big Sur en California, uniéndose al grupo de trabajo de Esalen Institute.
El psicólogo de Gestalt Fritz Perls le pidió que enseñara danza en el Esalen Institute y así comenzó a establecer un método para utilizar el baile como un proceso transformador.
Así comenzó los pasos que le llevarían, ya fuera de Esalen, a diseñar "La Ola" y sus cinco ritmos: fluido, staccato, caos, lírico, quietud.