En 1478 heredó los patrimonios de su padre, entre los cuales estaban los lugares y puertos de Villagarcía, Rubianes, Vista Alegre, Arealonga y Barrantes, y el 4 de febrero de 1535 el rey Carlos I le concedió el título de i señor de la Casa de Rubianes.
En 1508 solventó amigablemente el pleito que su linaje mantenía con el monasterio de San Martín Pinario.
Contrajo matrimonio con Constanza Sánchez de Bendaña —hija de Vasco Guillelmes, regidor de Noya, y de Clara Oanes, hermana del obispo Diego de Muros I—, del cual nacieron siete hijos.
Entre ellos el primogénito García Rodríguez de Caamaño (su sucesor), Álvaro de Sotomayor (que recibió las casas de Vista Alegre y Barrantes) y Rodrigo de Mendoza, abad de Teverga.
Fue enterrado, al igual que su esposa, en la capilla mayor de la nueva conventual franciscana de la villa de Noya, cuyo traslado ellos mismos habían costeado.