Gasolinera de la avenida de Aragón

El proyecto data de 1928 pero no se le daría vida hasta tres décadas más tarde.

La caseta se convirtió en un auténtico edificio con tienda, oficinas y almacenes desarrollado en altura.

El arquitecto organizó el conjunto bajo la más estricta simetría, con los distintos elementos maclados entre sí.

El lenguaje era claramente expresionista, propio del momento, pero difícilmente trasladable a otra época o situación.

Esta nueva estación de gasolina, cuyo proyecto está fechado en julio de 1958, se construyó y se mantuvo en servicio sin alteraciones hasta el desdoblamiento de la carretera N-II, momento en el cual hubo que demoler la marquesina, que hubiera invadido la calzada.

Está ubicado en un solar de esquina en el que existen además otras dos construcciones secundarias y diversas instalaciones auxiliares vinculadas con la actividad.

El solado de las escaleras se realiza con mármol negro Marquina en los dos pisos inferiores y piedra caliza en los superiores, diferenciando la zona noble y las plantas de servicio.

[1]​ El frente de la torre está recorrido por cuatro calles verticales acristaladas con pavés, mientras que los dos laterales están cruzados por bandas resaltadas y rematados por óculos en su extremo superior, creando sensación de dinamismo.

Se encuentra en estado de conservación correcto, si bien algo irregular.

[1]​ La torre presenta actualmente un acabado monocromo de color beige que no es adecuado para resaltar sus características formales.

Gasolinera.
Parte trasera del inmueble.