[6] Los partidarios de Juliano negaban que Cristo quedase pasible por la unión hipostática,[2] es decir, defendían que no había estado sujeto a las debilidades y flaquezas de la naturaleza humana,[7] lo cual había sido refutado por Severo.
Los julianistas fueron llamados incorruptícolas, mientras que los severianos recibieron el nombre de corruptícolas.
[6][8] No obstante, los gayanitas formaron un partido poderoso durante mucho tiempo.
[9] Tras la muerte del emperador Justianiano, había muchos gayanitas en Alejandría y comenzaron de nuevo a celebrar reuniones, eligiendo como obispo a su arcediano.
[10] Sin embargo, los gayanitas se mantuvieron en cisma por unos ciento setenta años.