En lógica filosófica, metafísica y filosofía del lenguaje, el problema de la generalidad absoluta se refiere a la cuestión de cómo hacer referencia a absolutamente todo.
[1] A lo largo de la historia, los filósofos han asumido que ciertas proposiciones poseen un alcance absolutamente general, es decir, que se refieren a la totalidad de lo existente.
[1] Sin embargo, en tiempos recientes, los lógicos que trabajan en la teoría de la cuantificación y las paradojas han desafiado esta noción, argumentando que los cuantificadores lógicos no pueden abarcar un dominio absolutamente irrestricto.
La reflexión sobre lo que significa referirse a «todo» tiene implicaciones sobre la naturaleza misma de la realidad y los límites del conocimiento humano.
Filósofos como David Lewis han explorado cómo los mundos posibles pueden abordar la idea de la generalidad absoluta en sus teorías sobre la ontología modal, sugiriendo que, aunque podamos pensar en todos los posibles mundos, nuestra capacidad de referirnos a «todo» es inherentemente limitada por las estructuras en las que construimos nuestro lenguaje y conocimiento.