El levantamiento y su brutal represión, a la que se denomina la matanza, fueron hechos trascendentales en la historia del país.
Los líderes de la insurrección, incluido Agustín Farabundo Martí, fueron capturados y fusilados.
Para las élites salvadoreñas, la revuelta combinaría sus fuertes temores a la rebelión indígena y la revolución comunista.
Los salvadoreños de origen indígena nativo americano son conocidos como Cōzcatlān o hispanizados como Cuzcatlán.
La vida política en El Salvador cambió ese día de 1932 en lo que se conoce como "La Matanza".
A cambio de callar y sin criticar al régimen militar.