Es una serie de constitución eminentemente terrígena, que yace en discordancia con los materiales del Paleozoico y Triásico.
Ocupa una extensa mancha en el sureste y una pequeña franja situada hacia el oeste, ambas zonas aparecen sin conexión, debido al depósito de sedimentos cuaternarios entre ellas.
En los tramos superiores, en la separación entre los bancos, aparecen costras de arenisca con cemento ferruginoso, en las que son muy abundantes los restos vegetales.
Su tamaño oscila de arena media a limo grueso y, en general, están mal redondeadas.
En discordancia sobre las formaciones anteriores y como colmatación de la cubeta donde se disponen los abanicos de la formación roja, se origina este glacis, constituido por ruditas y arenas, con escasa matriz lutítica.
Su potencia varía de 0 a 3 m.[1] Desde la desembocadura del Guadiana hasta el límite este del municipio, se extiende la barrera costera y mantos eólicos asociados, constituidos por arenas blancas con restos fósiles y abundantes minerales negros.
Estos sedimentos se disponen sobre las zonas adyacentes a los arroyos y barrancos que discurren por el municipio.
Descansa sobre una zona de moderada actividad sísmica, entre la placa africana y la euroasiática, subplaca ibérica.