Plioceno

[2]​[3]​ Al igual que con otros períodos geológicos más antiguos, las capas rocosas que definen el inicio y el fin están bien definidas, pero sus fechas exactas de inicio y fin son algo inciertas.

La formación del Istmo tuvo grandes consecuencias sobre las temperaturas globales, ya que las corrientes ecuatoriales cálidas fueron cortadas y comenzó un ciclo de enfriamiento en el Atlántico, al mismo tiempo que las aguas árticas y antárticas se comenzaron a enfriar en el ahora aislado océano Atlántico.

Las rocas marinas del Plioceno están bien expuestas en el Mediterráneo, en la India y en China.

Los océanos permanecieron relativamente cálidos durante el Plioceno, a pesar del enfriamiento constante.

Se formó el hielo ártico, secando el clima e incrementando las corrientes frescas y superficiales en el Atlántico Norte.

Las colisiones entre masas de tierra trajeron consigo una mayor migración y entrecruzamiento entre especies antes aisladas.

Los perezosos terrestres, los gliptodontes y los armadillos migraron hacia el norte con la formación del Istmo de Panamá.

África fue dominada por los animales con pezuñas, y los primates continuaron su evolución, culminando con la aparición del Australopithecus en el Plioceno tardío.

Los gliptodontes herbívoros prosperaron, así como los perezosos gigantes terrestres y los armadillos más pequeños.

Los marsupiales siguieron siendo los mamíferos dominantes en Australia, con formas herbívoras incluyendo el wombat, el canguro y los enormes diprotodontes.

Los géneros de serpientes venenosas aumentaron a medida que evolucionaban roedores y aves.

Para ello se basaron en las anomalías del isótopo 60Fe de esa época encontradas en los fondos oceánicos.

Evolución del clima en los últimos 65 millones de años en base medidas del isótopo 18 O. Durante el Plioceno el clima se enfrió.
Hojas fósiles de Fagus gussonii .